Al tiempo que leía el libro de Clarissa Pinkola Estés hice mi primer viaje sola. Un road trip improvisado. Metí todo en el coche y me eché a la carretera sin pensarlo mucho, porque me daba mucho vértigo, y si lo hubiera pensado tal vez me hubiera encontrado alguna excusa para no hacerlo. Por suerte, estaba leyendo el libro, y en sus palabras encontré la motivación para hacerlo.