El desierto de Namib es el más antiguo del mundo. Ya existía durante la Era Terciaria, hace 65 millones de años (época en que se extinguieron los dinosaurios). Y se estima que lleva inalterado desde hace 2 millones de años. Además, alberga dos de las dunas más altas del planeta: Big Mamma y Big Daddy (de 370 y 325 metros, respectivamente).
Un entorno hostil, que desafía la supervivencia de flora y fauna. Testigo de este desafío es 'Deadvlei', la 'laguna muerta' del Namib: un cementerio de árboles momificados en medio de las dunas, totalmente deshidratados, que se alzan suplicantes desde la arena. Algunos con 900 años de antigüedad y ni una sola hoja en sus ramas negras. Pero, incluso allí, la vida se abre camino.